¿QUE ES EL TID?
Los elementos esenciales de la disociación son la alteración de las funciones integradoras normales de la conciencia, la memoria, la identidad y la percepción del entorno.
CAUSAS
El trastorno de identidad disociativo (TID) es causado por la interacción de factores biológicos y ambientales. Este trastorno no aparece en la edad adulta, sino que tiene sus inicios en la infancia.
Las personas que padecen de TID nacen con una capacidad de disociación, es decir, pueden separar sus propios recuerdos, sus percepciones y sus identidades. Esta predisposición psicobiológica para disociar actúa como mecanismo de defensa ante situaciones dolorosas provocadas por una infancia traumática, comúnmente por un abuso presentado repetidamente en esta etapa y episodios de estrés postraumático.
El abuso sexual infantil es una de las causas principales del TID. El abuso infantil puede causar distintos efectos a nivel mental como psicosis, criminalidad, sociopatías, entre otros. Generalmente el abusador es uno de los padres, familiares o cuidadores del niño, donde además de abusar también les brindan amor y protección, por lo que el niño se encuentra en una situación impredecible, desencadenando la disociación como mecanismo de defensa. Lo anterior se conoce como apego desorganizado, donde el niño demuestra temor hacia el adulto abusador y en otras ocasiones demuestra cariño y apego.
Cuando una niña es abusada por su padre y el niño o niña no cuenta, el niño desarrolla un miedo hacia el padre. Algunas madres ven esta conducta inapropiada y obligan a su hijo a estar cerca de sus padres, lo cual tiene como consecuencia que la disociación se refuerce y se desarrolle el TID. Es importante destacar que no todos los niños que sufren abusos, traumas o eventos de estrés importantes, desarrollan el trastorno de identidad disociativo, debido a que su capacidad de disociación es menor y reciben tanto apoyo profesional como familiar.
Entre las causas del trastorno de identidad disociativo también se destaca una estructura familiar muy autoritaria, provocando temor en el individuo y generando la aparición del trastorno. Los padres que prestan poca atención y protección a sus hijos, o que no les permitían expresar enfado o agresividad, pueden estar colaborando en provocar el TID.
En otros casos las personalidades alternativas pueden originarse para preservar una función biológica o preservar una cualidad que se siente amenazada por el agresor. Como ejemplo valga el de una niña pequeña muy musical que le encantaba tocar el piano. Se negó a seguir tocando después de que su madre la amenazó con romperle los dedos de la mano si volvía a cometer más errores en la ejecución. La niña jamás volvió a tocar de nuevo en presencia de otra persona; pero una personalidad alternativa desarrollada para conservar su amor por la música, corría hacia el piano tocando durante horas cuando la niña estaba completamente sola en casa. (Tomado de Orengo Francisco, Abuso sexual infantil y trastorno de identidad Disociativo o trastorno de personalidad múltiple).
SÍNTOMAS
Existen signos clásicos del trastorno de identidad Disociativo (TID) que son ampliamente conocidas en la cultura general. El individuo tiene pensamientos suicidas, suelen sufrir síntomas de depresión, ansiedad, fobias, ataques de pánico, alteraciones del apetito, estrés postraumático. También suelen abusar del alcohol o de las drogas en algún momento de su vida. Por otro lado encontramos los síntomas francos que se dividen en: